viernes, 16 de marzo de 2012

Influencia de poetas anteriores en Cernuda.




Tradición y originalidad.-



Para Cernuda, el respeto a la tradición literaria y la aportación de originalidad en su obra deben ir en perfecto equilibrio. No se debe dar mayor peso a una o a otra.

Para él, el respeto a la tradición es algo fundamental, pero no entiende esa tradición solamente como el respeto a la obra de autores españoles, sino que abarca el conjunto de la literatura europea desde Homero.Sus principales influencias proceden de autores románticos: Keats, Hölderling, Bécquer... También de los clásicos, en especial de Garcilaso. Hay una voluntad de síntesis muy propia del 27. Entre las presencias de la tradición que más claramente se ven en sus poemas encontramos:



  • Garcilaso.- Tanto por su métrica (como se ve en el libro Égloga. Elegía. Oda), como por sus temas (el amor, la visión idealizada de la naturaleza y la presencia de la mitología clásica).
  • Bécquer, y los poetas que inician el Simbolismo (Baudalaire, Verlaine, Valery, Mallarme, Hölderlin) , que le aportan el concepto del poeta como un ser sobrenatural que tiene la capacidad de percibir lo que otros no pueden.
  • Los poetas platónicos (Fray Luis, Eliot), le aportan la visión de la naturaleza como un mundo de orden y paz, frente al caos humano.
            Junto a todas estas presencias de la tradición cultural europea, Cernuda también tendrá en cuenta la obra de sus contemporáneos:
  • Juan Ramón Jiménez, por la visión subjetiva de la realidad y por la idea de que la verdadera literatura es aquella que se dirige a la esencia de las cosas, eliminando la superficialidad.
  • Los poetas del 27 le enseñan a enfrenarse a la obra literaria desde la perspectiva del Surrealismo.
            En la poesía de Cernuda, en fin, la presencia de la tradición se conjugará con la originalidad de su aportación, fruto de sus peculiaridades biográficas.

Estos fueron algunos de los poetas que influyeron en Cernuda: 


Becquer, Pedro Salinas,Joaquín Romero,André Gine,Juan Ramón Gimenez,Manuel Altolaguirre,Generación del 27,Rafale Alberti,Octavio Paz,Altoguirre,Vicente Aleixandre,Federico Garica Lorca.


El estilo poético de Luis Cernuda y evolución de los temas de su poesía.


  • EVOLUCIÓN DE SU POESÍA.




    Desde 1936 Luis Cernuda reunió sus libros de poemas bajo el único título de La Realidad y el Deseo, título que como hemos visto resume temáticamente lo que es el núcleo central de su obra poética. La última edición de La Realidad y el Deseo que recoge la totalidad de su obra poética fue publicada un año después de su muerte en México, en 1963.

    La evolución poética del autor sigue un curso continuado, sin grandes altibajos, muy ceñido a su curso biográfico. Es la suya una poesía muy unitaria en la que no es fácil distinguir etapas.

    Pese a ello, Carlos Peregrín Otero establece dos etapas en su obra separadas por la línea divisoria temporal de 1936, año en el que, como hemos visto, aparece la primera edición de La Realidad y el Deseo. Para Carlos Peregrín, la primera etapa estaría articulada en tres fases:




    Inicial, que incluiría los libros Perfil del aire y Égloga. Elegía. Oda.


    Surrealista, integrada por Un río, un amor y Los placeres prohibidos.


    Una tercera fase de carácter neorromántico compuesta por el libro Donde habite el olvido.

    En la segunda etapa de la obra cernudiana, siempre según Carlos Peregrín, deberían establecerse dos fases diferentes:




    La poesía de guerra, escrita entre 1936 y 1939.


    La poesía del exilio, iniciada con Las nubes en 1940.

    Para Octavio Paz el carácter unitario de la poesía de Cernuda es básico e impide el establecimiento de etapas evolutivas clara, puesto que debe entenderse como una autobiografía espiritual del poeta y como un testimonio de la situación del hombre moderno. En ese proceso vital que es la poesía de Cernuda, Octavio Paz establece cuatro momentos diferentes:




    Adolescencia, aprendizaje poético y maestría: Perfil del aire y Égloga. Elegía. Oda.


    Juventud, blasfemia, rebeldía, pasión y amor al amor: Un río, un amor, Los placeres prohibidos, Donde habite el olvido.


    Madurez, contemplación de los poderes terrestres y meditación sobre las obras humanas: Invocaciones, Las nubes, Vivir sin estar viviendo, Como quien espera el alba.


    Límite con la vejez, mirada precisa y reflexiva: Con las horas contadas, Desolación de la quimera.







    A continuación diré su estilo poético algo parecido a lo citado con anterioridad que puede que no venga al caso pero no me pareció de menor importancia.




    ESTILO POÉTICO

    El núcleo temático de la obra de Cernuda es la antítesis entre la realidad y el deseo, hecho que explica que a partir de 1936 titulara el conjunto de su poesía con esta oposición. Esta antítesis nace, sin duda, de las peculiares circunstancias vitales del poeta sevillano, pero entronca perfectamente con lo que en los poetas románticos y simbolistas era la colisión entre la libertad individual y la sociedad burguesa, además de ser un tema característico de la poesía del Siglo XX, como lo demuestra su aparición en poemas de autores muy variados, desde Antonio Machado, a Federico García Lorca, pasando por Rafael Alberti, por citar solamente a algunos contemporáneos de Cernuda.



    La antología poética de Luis Cernuda es una poesía de raíz romántica. Los temas más habituales son la soledad, el deseo de un mundo habitable y, sobre todo, el amor exaltado o insatisfecho. Posee Cernuda un estilo muy personal, alejado de las modas. En sus inicios toca la poesía pura, el Clasicismo y el Surrealismo, pero a partir de 1932 inicia un estilo personal, cada vez más sencillo, de una sencillez lúcidamente elaborada, basado en un triple rechazo, de los ritmos muy marcados, (uso fundamental de versículos). De la rima, del lenguaje brillante y lleno de imágenes: desea acercarse al "lenguaje hablado, y el tono coloquial" (lenguaje coloquial que esconde una profunda elaboración.



    Desde 1936 Cernuda reúne sus libros bajo un mismo título: “La realidad y el deseo”, que se va engrosando hasta su versión definitiva, en 1964. Esta obra está formada por varios ciclos:



    Poesía pura (Perfil del aire, 1924 - 1927)

    Clásica garcilasiana (Égloga, elegía y oda, 1927 - 1928)

    Surrealismo: (Un río, un amor, 1929) y ("Los placeres prohibidos", 1931).

    Su obra capital es “Donde habite el olvido” 1932 - 1933, con un lenguaje ya propio; es un libro desolado y triste, tremendamente sincero. En esta línea se sitúa Invocaciones a las gracias del mundo (1934 - 1935), que incluye el poema "Soliloquio del farero", sobre el tema de la soledad. Tres temas fundamentales en esta obra: la belleza de los cuerpos masculinos, el destino del artista, la filosofía de la soledad.



    Después de la guerra continúa con su línea de depuración estilística, y trata temas como el de la patria perdida, recordada con añoranza o rechazada. Persiste su amargura. Desolación de la quimera 1956 - 1962: es un balance final, sin retractarse ni disculparse. En prosa escribe "Ocnos" 1942, evocación de Andalucía desde la distancia y variaciones sobre tema mexicano.



    El estilo de Cernuda tiene un lenguaje sencillo, en el habitual tono de la poesía de la época, que era más coloquial. Su obra poética influyó notablemente en los poetas de las últimas generaciones.






Función del poeta en la sociedad.


Cernuda no se revelaba contra España por España, sino contra los valores, la moral, la ética que representaba la sociedad española del momento, por el hombre, por la libertad y por un sentido de justicia social al que jamás traicionó y en nombre del cual se alistó en el ejército y decidió pelear.









Cuando se muda a Madrid en junio de 1929 y allí vive hasta 1937. Participa activamente en la escena literaria y cultural de la capital española, colabora con muchas organizaciones que trabajaban para apoyar una España más liberal y tolerante y participa además en el II Congreso de Intelectuales Antifascistas en Valencia.
Alberti, Neruda y Cernuda. Nunca negó su condición homosexual, factor por el que fue considerado siempre un rebelde, dada la mentalidad cerril y poco abierta de la España de Posguerra,
"un país donde todo nace muerto, vive muerto y muere muerto" como dirá en “Desolación de la Quimera”, aspecto también que le otorgaba siempre un grado de marginalidad,
"como naipe cuya baraja se ha perdido"es una de sus frases más conocidas.


Cuando se proclama la Segunda República en España (1931), Luis Cernuda se encuentra entre sus partidarios. Como ejemplo, tenemos su participación en la Misiones Pedagógicas y Culturales que organiza el gobierno de la II República desde 1934. Su compromiso político le lleva a afiliarse al Partido Comunista, aunque por breve espacio de tiempo, y también a colaborar en revistas de marcado carácter izquierdista, como es el caso de El Heraldo o la revista Octubre, fundada por Rafael Alberti. En el otoño del 36, cuando las tropas franquistas se acerquen a la capital española, se incorpora a las milicias populares y pasa algún tiempo en la Sierra de Guadarrama luchando en la defensa de Madrid. Unos meses después, se instalará en Valencia, que después de la evacuación de Madrid será la residencia oficial del gobierno republicano; en esta ciudad participa en el II Congreso de Intelectuales Antifascistas.


También es de importante interés que en la obra la función del poeta Luis Cernuda entronca perfectamente con la tradición romántica, según la cual el artista aparece como un ser solitario dotado de un don sobrenatural que le permite ver y expresar lo que otros no pueden. En esta línea, Cernuda se nos presenta como un integrante de una tradición que arranca con los románticos, sobre todo con los alemanes como Hölderlin, Novalis o Heine y que en España representa la figura de otro sevillano, Gustavo Adolfo Bécquer.

El poeta es, por tanto, un “elegido”, bien sea por Dios o por el Demonio. Es un ser maldito, marginado por la sociedad, hecho del que deriva su soledad total. En el caso de Cernuda, esa condición de maldito, de diferente, viene reforzada por su forma distinta de entender el amor. Su homosexualidad choca frontalmente con los usos y las normas propias de la sociedad burguesa a la que pertenece y en la que vive. Como consecuencia del sentimiento de la diferencia, la actitud del poeta sevillano frente al mundo se definirá por la rebeldía y por el sentimiento de frustración provocado por el choque constante entre la realidad que vive y el deseo de vivir, de amar, de forma diferente.

Obra no poética.



Citaré dos obras de Cernuda no poéticas:



- Ocnos, título principal de la obra de Cernuda, es un poema en prosa que constituye la autobiografía poética de uno de los poetas más influyentes y sensibles de la generación de 27.











La presente edición de Ocnos reproduce la primera que de este libro realizara Cernuda, durante su estancia en Glasgow (desde 1939 a 1942), y que fue publicada en español en Londres por The Dolphin del editor J. L. Gili. Contiene los treinta y un primeros poemas en prosa que formaron Ocnos y en la secuencia que entonces les dio el poeta. Sin embargo, para la fijación de cada texto —sobre todo en lo que se refiere a puntuación— se han seguido las ediciones posteriores.










- La familia interrumpida, la pieza teatral forma parte de Fantasías de provincia (1937-1940) -un conjunto de tres relatos en prosa más la obra de teatro-, que Octavio Paz guardaba en una caja que había entregado a su madre en el año 1943, cuando abandonó México por una larga temporada..




Esta obra fue encontrada casualmente por Octavio Paz en una caja de zapatos en México.Esta obra es una apuesta teatral nítida no es muy buena pero está mejor dispuesta conceptual y dramáticamente que otras obras de la misma generación.

Luis Cernuda y la Generación del 27. Amistades...

Todos los autores del 27 procedían de la alta burguesía y la mayoría se encontraron en la conocida Residencia de Estudiantes de Madrid, dependiente del programa de investigación de la Junta de Ampliación de Estudios y el Centro de Estudios Históricos. Se trataba de una institución cultural de primer orden en el que los jóvenes autores artísticos se encontraban bajo la supervisión de los intelectuales más importantes del momento, como Ramón Menéndez Pidal, Américo Castro, Juan Ramón Jiménez o José Ortega y Gasset. Además de los poetas del 27, en la Residencia coincidieron artistas como Salvador Dalí o Luis Buñuel, de ahí sus posteriores colaboraciones en proyectos cinematográficos, pictóricos o poéticos. El homenaje a Góngora puede ser considerado el acto central para la formación del grupo. El poeta francés Mallarmé ya había demostrado su interés por Góngora, así como Rubén Darío. Federico García Lorca recogió este interés en su conferencia titulada “La imagen poética de Góngora”, en la que negó la oposición entre lo popular y lo culto en la poesía del poeta cordobés y reclamó una lírica libre de las amarras realistas, basada en la metáfora y la creación sin ataduras. La colaboración de los autores del 27 en las mismas revistas literarias es otro hecho que debe ser tenido en cuenta. Alrededor de 1927 las revistas más importantes eran: Mediodía, Litoral, Papel de Aleluyas, Carmen, Verso y Prosa, La Gaceta Literaria, Gallo, Manantial y Meseta. 


LOS INTEGRANTES DE ESTE GRUPO ERAN :  


 Como características más destacadas de este grupo poético, al que perteneció Luis Cernuda, se pueden señalar las siguientes: Los poetas que lo constituyen tienen una ascendencia y una educación similares. Pertenecen a la burguesía y casi todos son universitarios, e incluso varios ejercieron la docencia. Conocen, por tanto, la literatura tradicional y clásica y a los maestros de las generaciones anteriores (Machado, Unamuno, Juan Ramón Jiménez). No tienen, como en el caso de la Generación del 98, un vínculo político ni un tono de protesta social o literaria. Juan Ramón Jiménez y Paul Valery son los maestros más destacados de este grupo poético, aunque no hay una unidad técnica ni de inspiración entre sus componentes. Sí hay algunos vínculos sociales, y, fruto de esta afinidad, algunos puntos de vista poéticos comunes: —Rechazo de los movimientos de vanguardia que aparecen después de la Primera Guerra Mundial, aunque aceptan y hacen suyos algunos elementos ultraístas: culto a la imagen, uso de la metáfora como parte esencial del poema; poetización de la realidad, rechazo de lo antipoético, de lo cotidiano, y del estilo sentimental propio del modernismo. —Interés por la poesía tradicional y clásica española (Garcilaso, Góngora...). —Entienden la poesía y el trabajo de poeta como un fenómeno universal, trascendente a lo efímero del mundo, superior. Anhelan la perfección al elaborar sus poemas. Por esto, cada autor queda bien diferenciado dentro del grupo. Se puede hablar de tres etapas de la Generación: Etapa inicial (1920-27): estilización culta de lo popular. Poesía pura esencial, desnuda (proceso que culmina en el neogongorismo), más intelectiva que emotiva. Etapa de influencia surrealista (1929-39): humanización de la poesía; empleo de lo onírico, angustia existencial, uso de metáforas irracionales; tono más vehemente y emotivo. Etapa de postguerra: expresión de la congoja íntima y social, consideraciones sobre lo esencial del hombre (existencia, tiempo, eternidad, Dios...). Se preocupan menos del estilo, y tienden a un lenguaje coloquial. ------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------ Vehículos de contacto y cohesión del grupo hasta 1936 


Revista litoral: Desde su nacimiento en Málaga en 1926 de la mano de Emilio Prados y Manuel Altolaguirre, la revista estuvo atenta a las corrientes más innovadoras que iban sucediendose en una época de grandes convulsiones, tanto sociales y políticas como culturales. Con un grupo no muy extenso de colaboradores entre los que se encontraban prosistas, poetas, dibujantes y tipógrafos estos dos jóvenes malagueños con la incorporación de José María Hinojosa en susegunda etapa hicieron una revista de vanguardia en la que participaron los más valiosos creadores de la que iba a ser la nueva Cultura Española. En sus páginas aparecieron los primeros poemas de Federico García Lorca, Rafael Alberti, Jorge Guillén, José Bergamín y en sus suplementos publicaron su primer libro Vicente Aleixandre, Luis Cernuda, Emilio Prados, etc. Pintores de la categoría de Pablo Picasso, Juan Gris o Salvador Dali y músicos como Manuel de Falla dejaron su huella en ese LITORAL que nació en una imprenta que tenía forma de barco hace setenta años para evocar al mar.


Residencia de estudiantes: La Residencia se proponía complementar la enseñanza universitaria mediante la creación de un ambiente intelectual y de convivencia adecuado para los estudiantes. Características distintivas de la Residencia fueron propiciar un diálogo permanente entre ciencias y artes y actuar como centro de recepción de las vanguardias internacionales. Ello hizo de la Residencia un foco de difusión de la modernidad en España, y de entre los residentes surgieron muchas de las figuras más destacadas de la cultura española del siglo XX, como el poeta Federico García Lorca, el pintor Salvador Dalí, el cineasta Luis Buñuel y el científico Severo Ochoa. A ella acudían como visitantes asiduos o como residentes durante sus estancias en Madrid Miguel de Unamuno, Alfonso Reyes, Manuel de Falla, Juan Ramón Jiménez, José Ortega y Gasset, Pedro Salinas, Blas Cabrera, Eugenio d'Ors o Rafael Alberti, entre muchos otros. La Residencia fue además foro de debate y difusión de la vida intelectual de la Europa de entreguerras, presentada directamente por sus protagonistas. Entre las personalidades que acudieron a sus salones figuran Albert Einstein, Paul Valéry, Marie Curie, Igor Stravinsky, John M. Keynes, Alexander Calder, Walter Gropius, Henri Bergson y Le Corbusier, entre muchos otros. A menudo, estas personalidades fueron invitadas por dos asociaciones privadas que colaboraron activamente con la Residencia y unieron su labor a un amplio sector de la sociedad civil: la Sociedad de Cursos y Conferencias y el Comité Hispano-Inglés. Después de 1936 Todos ellos sufrirían las tremendas heridas de la Guerra Civil. Federico García Lorca fue asesinado por los nacionalistas y su dramática muerte simbolizó la de toda una generación creadora. Rafael Alberti, Luis Cernuda, Pedro Salinas, Jorge Guillen, Rosa Chacel y María Zambrano se vieron forzados al exilio. Su poesía, que había traído a la lírica española el ideal de perfección de la "poesía pura", se volvió más temporal, más reflexiva. Después de la guerra civil cada escritor seguirá su propio camino de una forma más clara, la mayoría de los poetas tuvieron que salir de España por sus tendencias revolucionarias, sólo quedaron Dámaso Alonso y Aleixandre. Estos dos escritores evolucionaron hacia un humanismo lleno de angustia existencial (Dámaso Alonso) o un humanismo solidario de apoyo al ser humano, al hombre que sufre (Aleixandre). Los poetas exiliados, por su parte, van a mostrar una visión dolida del mundo y una protesta y nostalgia por la patria perdida
Algo más sobre la generación del 27

jueves, 15 de marzo de 2012

Datos biográficos.



                                                                  BIOGRAFÍA

Sevilla.

Nació en Sevilla en 1902, hijo de padre militar, se educó en un ambiente de rígidos principios. Desde pequeño puede adivinarse el choque entre unos valores familiares muy estrictos y la propia personalidad tímida y retraída del poeta. El poema "La familia" del libro Como quien espera el alba (1944) puede ser un buen testimonio de esos primeros años de la vida del poeta.
En esos primeros años marcados por la soledad, Cernuda descubre la literatura, y lo hace de manos de Bécquer, autor con el que la poesía cernudiana presenta importantes contactos, tanto en sus primeros versos (Perfil del aire) como en otros libros posteriores (no debemos pasar por alto que el título del libro Donde habite el olvido está sacado de un verso de Bécquer)
En 1919 comenzó los estudios de Derecho en la Universidad de Sevilla. Allí conoció a Pedro Salinas, que fue su profesor e introductor serio en la literatura, tanto la clásica, como la de los ya clásicos más o menos recientes franceses: Baudalaire, Rimbaud, Mallarme, Verlaine...
En estos años descubre también a un autor francés que le influirá poderosamente, Andre Gide, y en el que encontrará el poeta sevillano un paralelo de sí mismo.



Madrid. Toulouse.
En los años veinte se traslada a Madrid, donde entra en contacto con los ambientes literarios de lo que luego se llamará Generación del 27. 
En 1928 ocupa plaza como lector de español en la Universidad de Toulouse. Allí comenzará a redactar los poemas de lo que será su libro Un río, un amor, inspirado directamente en la música de jazz y blues (el poema *Quisiera estar solo en el sur* alude directamente a ella) y en el cine. Volverá a Madrid en 1929.
Al proclamarse la República, la recibe con ilusión, y siempre se mostrará dispuesto a colaborar con todo lo que fuera buscar una España más tolerante, liberal y culta. Como ejemplo de esto último tenemos su participación en la Misiones Pedagógicas y Culturales que organiza el gobierno de la II República desde 1934.
Estos años son también de compromiso y acción política: Cernuda se afilia al Partido Comunista por breve espacio de tiempo y colabora en revistas de marcado carácter izquierdista, como es el caso de El Heraldo o la revista Octubre, fundada por Rafael Alberti.
Pero los primero años treinta son también los del descubrimiento por parte de Cernuda de la obra de los poetas románticos alemanes (Novalis, Heine, Hölderlin), así como el inicio de su faceta de traductor.
Durante la Guerra Civil participó activamente desde las trincheras culturales organizando actividades de todo tipo, como es la fundación de la revista Hora de España, junto con poetas como Alberti o Gil Albert, o la participación en el II Congreso de Intelectuales Antifascistas realizado en Valencia. 


 Gran Bretaña.

En 1938 fue a dar unas conferencias a Inglaterra, de donde ya no regresó a España. En Gran Bretaña, Cernuda vivirá de su trabajo como profesor en diferentes universidades: Surrey, Glasgow y Cambridge.
Allí profundizará en la lectura de los clásicos ingleses y descubrirá la obra de autores que le influirán poderosamente, caso de T.S. Elliot.

 Estados Unidos.

En 1947, gracias a la mediación de su amiga Concha de Albornoz, consigue una plaza de profesor en la universidad norteamericana de Mount Holyoke, en la que permanecerá hasta 1952.
En 1960 volverá a EE.UU., a Los Ángeles, para impartir clases por espacio de tres años.

 México.

Desde su llegada a EE.UU. en 1947 las relaciones de Cernuda con México se van agrandando. En 1952 trasladará su residencia a la Ciudad de México, de la que solo se ausentará para dar clases en California entre 1960 y 1963. En 1963 morirá en Ciudad de México.


A continuación una linea de tiempo con todas sus obras poéticas y no poéticas.







Obras poéticas y no poéticas.